Problemáticas asociadas a la escasez de agua
El agua es un elemento fundamental para mejorar y asegurar la producción agrícola y la calidad de sus productos. Al mismo tiempo es un recurso escaso en muchos lugares y su disponibilidad no siempre está asegurada, como se ha comprobado durante la fuerte sequía de los últimos años. Las consecuencias agronómicas de la escasez del agua pueden ser profundas, incluyendo:
- Reducciones significativas de la producción
- Disminución de la calidad del fruto/producto, y
- Pérdidas de cultivos
Para ayudar a dimensionar estas problemáticas, basta con poner como ejemplo lo que ha padecido la viña en el Penedés (Cataluña) en los años 2022-23. En esta región, la producción de uva ha caído más del 50%, hay parcelas donde se han perdido hasta un 30% de las cepas, y las bodegas tienen que hacer cada vez un mayor esfuerzo para corregir el elevado pH de los mostos como consecuencia del estrés que sufre la viña por la falta de agua.
La falta de agua puede provocar importantes pérdidas de calidad y producción
- Imagen creada a partir de una foto creada por Gutife (fuente: Pixabay)
El cambio climático no va a poner las cosas más fáciles en los próximos años, más bien lo contrario. En el Mediterráneo, el cambio climático se traduce en un incremento de las temperaturas medias, en más frecuentes y prolongadas olas de calor, y en cambios en los patrones de las lluvias. La consecuencia es un incremento de las necesidades hídricas de los cultivos y, al mismo tiempo, se reduce la disponibilidad de agua. Ante esta situación cabe preguntarse:
- ¿cómo podemos hacer un uso más eficiente del agua disponible? y
- ¿cómo podemos mejorar la resistencia de nuestro cultivo frente a la escasez de agua?
La respuesta está, como en muchas otras ocasiones, en la mejora de los suelos de nuestra explotación.
La importancia del agua disponible en los suelos
Los suelos son el gran reservorio de agua para los cultivos. Los suelos almacenan más o menos agua (de lluvia o de riego) dependiendo de su textura, estructura, profundidad y contenido de materia orgánica, por mencionar algunos de los factores más importantes.
Por otra parte, no toda el agua que recibe y almacena un suelo es “utilizable” por parte de las plantas. En función de su textura y estructura, el suelo “bloquea” una cantidad diferente del agua que contiene, impidiendo que las plantas la puedan absorber. Así, aunque los suelos arenosos tienen menor capacidad de retención de agua que los suelos arcillosos, para un mismo volumen de agua almacenado, los suelos arenosos permiten a las plantas acceder más fácilmente al agua. Esto se debe a que en los suelos arcillosos gran parte del agua retenida no está disponible para las plantas porque ésta se adhiere fuertemente a las partículas de arcilla, reduciendo su movilidad. Para entender cómo se comporta un suelo respecto al agua, es importante entender los siguientes conceptos:
- Capacidad de campo (CC): Es la cantidad máxima de agua que el suelo puede retener después de haber drenado el exceso de agua por gravedad.
- Punto de marchitez permanente (PMP): Es el nivel de humedad del suelo en el cual las plantas no pueden extraer suficiente agua para mantenerse turgentes, lo que provoca su marchitez y, si no se corrige, su muerte. Expresa el nivel de humedad que el suelo “retiene”, impidiendo que las plantas la pueden usar.
- Agua útil o disponible (AU): Es el agua que las plantas pueden absorber del suelo y utilizar para su crecimiento. También se puede expresar como la cantidad de agua disponible para las plantas, comprendida entre la capacidad de campo y el punto de marchitez permanente (AU = CC – PMP).
Si queremos aumentar la resistencia de nuestro cultivo frente a los efectos del cambio climático, o mejorar la eficiencia de los sistemas de riego, es clave incrementar en lo posible el agua que puede almacenar nuestro suelo (la capacidad de campo) y el agua que las plantas pueden absorber de él (reduciendo el punto de marchitez permanente), es decir, aumentar lo máximo posible agua disponible para nuestro cultivo.
En un contexto de escasez de agua incrementar el agua útil disponible es fundamental para los cultivos de secano porque:
- aumenta la cantidad de agua que el cultivo puede absorber, lo que reduce el estrés hídrico del cultivo, se reducen los riesgos de muerte de la planta, y se incrementa la cantidad y calidad del fruto o semilla
- permite a la planta mantener mejor los procesos fisiológicos (como la fotosíntesis y la transpiración) necesarios para su crecimiento y desarrollo, y
- se reducen las pérdidas por la escasez de agua en el caso de sequía
También es muy importante incrementar el agua disponible en el caso de cultivo de regadío porque:
- aumenta la eficiencia del riego (se consume menos agua para mantener el nivel óptimo de humedad en el suelo), lo que permite incrementar la resiliencia de nuestra explotación frente a posibles restricciones de consumo de agua
- se reducen los costes asociados al consumo de agua.
La pregunta que quizás te estás haciendo ahora es: ¿y cómo puedo incrementar el agua disponible para mi cultivo?
Una estrategia muy interesante, por los co-beneficios que aporta, es incrementando el contenido de materia orgánica (M.O.) y mejorando la estructura del suelo. Eso se puede lograr con acciones (o una combinación de ellas) tales como reduciendo el laboreo, instalando cubiertas verdes o aportando compost o estiércol maduro, por ejemplo. Al incrementar el contenido de M.O. se mejora la infiltración de agua y se incrementa la capacidad de campo del suelo (el suelo capta y almacena más agua). Al mismo tiempo, se reduce el punto de marchitez permanente porque una mayor parte del agua almacenada está disponible para las plantas. Como consecuencia, el agua útil disponible para el cultivo aumenta, lo que se traduce en mejoras del vigor, producción y/o calidad del fruto/producto.
Efectos del biochar en el agua disponible
¿Puede contribuir el biochar a que mi cultivo tenga más agua disponible? La respuesta es clara: sin ninguna duda, sí.
El biochar mejora la eficacia de las acciones llevadas a cabo para incrementar el contenido de M.O. y mejorar la estructura de los suelos de diferentes formas:
- Promueve la formación de agregados en el suelo, especialmente en suelos arenosos, lo que permite a los suelos almacenar más agua.
- Protege de la mineralización la materia orgánica procedente de los exudados de las plantas, de los metabolitos de los microorganismos y de la necromasa, lo que acelera el proceso de aumentar el contenido de M.O. en el suelo.
- Reduce la compactación de los suelos arcillosos, facilitando la movilidad del agua por los mismos.
- Estimula la actividad de los microorganismos bioestimulantes, lo que se traduce en mejoras de la estructura de los suelos (y de nuevo, facilitando el almacenamiento y movilidad del agua).
La aplicación del biochar incrementa la capacidad de campo de los suelos y reduce el punto de marchitez, lo que incrementa el agua disponible para el cultivo. Además, mejora la eficiencia y eficacia de otras acciones emprendidas para mejorar los suelos, como es la aplicación de compost. Veamos un ejemplo de una experiencia reciente llevada a cabo por la empresa Verde Smart:
En la gráfica anterior se muestra la humedad del suelo a 20 cm de profundidad de dos tratamientos (humedad medida como la tensión del suelo o presión de succión del agua: cuanta mayor es la tensión o presión de succión, menor humedad hay en el suelo):
- Tratamiento Finca (línea naranja): aplicación de compost con la dosis habitual que se utiliza para el cultivo
- Tratamiento Biochar (línea azul): aplicación del mismo compost y cantidad, pero donde se añade una cantidad de biochar
La gráfica 1. muestra como el tratamiento con biochar mantiene mucho mejor la humedad del suelo durante casi todo el periodo observado; en algunos momentos la humedad disponible para el cultivo llega a ser el doble! En líneas generales, en el ensayo realizado se observó que en los tratamientos con biochar los suelos presentaban un 27% más de humedad a 20 cm de profundidad, y un 35% a 60 cm.
Los resultados anteriores muestran que el biochar es un material muy eficaz para incrementar el agua útil disponible para las plantas y, con ello, mejorar el desarrollo y/o producción de las mismas. También indican que la aplicación del biochar puede ser una estrategia muy interesante para optimizar los sistemas de regadío, reducir costes asociados al consumo de agua y mejorar la resiliencia de la explotación ante episodios de restricciones de agua, como las que se han producido en los últimos años por la sequía.
Si deseas saber cómo mejorar de forma eficaz tus suelos con biochar para aumentar el agua disponible para tus cultivos, u optimizar los sistemas de riego de tu explotación, no dudes en contactar con nosotros a través del siguiente formulario.
